Por Lic Jeffrin G Pacheco Reyes
Como de costumbre, mi hijo y yo diariamente hablamos o por llamada telefónica o por mensajes vía WthatApp más de 30 veces al día, el jueves pasado recibí un mensaje inusual, que decía: “Papi, aveces usted no se ha preguntado, que cuál es el sentido de seguir adelante? Es decir, a pesar de las personas que se van, lo traicionan, etc.. no hay días que usted no le encuentra el sentido de seguir adelante..?
Qué lo motiva ?
-Ufff ! No pude responderle como yo quería, de una manera aguda, profunda y filosófica, para no desorientarlo, sin embargo, le respondí de una manera esperanzadora para un niño de su edad (17 años), y le dije:
“Claro mi hijo que tiene sentido LA VIDA. El sentido de la vida está en el día a día de lo que hacemos, esos pequeños momentos y detalles que quedarán marcados hasta el final de nuestra jornada. Hacer el bien, dar y recibir amor, tener sueños y trabajar para hacerlos realidad, la familia, los verdaderos amigos, hacer un deporte que nos guste, leer buenos libros como lo es Meditaciones de Marco Aurelio, Novela de Ajedrez de Stefan Zweig, una buena música como La Bohemia de Charles Aznavour, Sacrifice de Elton John, La Vida sigue igual de Julio Iglesias, Imagine de John Lennon, viajar y conocer otras culturas y nuevos horizontes, estar en paz con Dios y contigo mismo, ver una buena película 🎥, por ejemplo El Gladiador, El Último Samuray, entre otras , visitar museos (como el Museo del Prado), que gracias 🙏 a Dios tuviste la dicha de ir conmigo aunque eras pequeño y ver esas grandes obras de arte 🖼️ de cientos de años atrás, pintadas por GRANDES maestros con colores increíbles y vivos, como si fueran de estos tiempos, como son :
1- Las Meninas, Diego Velázquez.
2- Pinturas Negras, Francisco Goya.
3- La Inmaculada Concepción, Giovanni Battista Tiepolo.
4- El Caballero de la Mano en el Pecho, El Greco.
-Sin embargo ya en la noche la pregunta 🙋♂️ que me hizo mi hijo me seguía dando curiosidad y vueltas en la cabeza. Así que le escribí a uno de mis mejores amigos y hermano, el Dr. Ricardo Nieves y hablamos del tema, se sorprendió de la pregunta y me dijo, “Jeffrin lo que pasa es que tu hijo es una persona pensante y tiene la madurez muy por encima del promedio a su edad, entonces ya se está haciendo las preguntas trascendentes sobre el ser, cómo llega uno, qué busca aquí, para qué, si al final uno tiene decretado desde el momento de nacer para donde vamos (la muerte), esas son las preguntas existencialistas”.
Me sigue Ricardo diciendo, “…al final es uno mismo que le pone las cosas positivas a la vida y lo hace por consuelo como decía Friedrich Nietzsche “Buscamos distracciones para consolarnos, la familia que uno va a tener, los hijos, los amigos, los padres, la gente buena que queda, la naturaleza, la mañana, la poesía, la música, todo eso son distracciones de sobrevivencias, el conocimiento, la literatura, queda un cuadro de Chagall o de Rembrandt, queda una película Charles Chaplin, queda un libro maravilloso, queda el afecto y queda la memoria de lo amado, después todo es el ser y la nada”.
Sin embargo la curiosidad de Ricardo al parecer tampoco se detuvo con su propia interpretación y se comunicó con su amigo el Dr Héctor Guerrero Heredia, el cual le dijo “Que el joven que se hizo esa pregunta (mi hijo), era un joven muy maduro para su edad e inteligente, pero le agregó algo : “Casi siempre cuando uno examina la vida y la existencia lo hace desde uno mismo nunca desde el otro eso es atípico, todavía más extraño”.
-En cuanto a la referencia que también mi hijo hace, sobre la traición le dije, “Mi hijo, la traición proviene de alguien que nunca fue real”. Una frase célebre dice, “Yo no sé porqué tú eres mi enemigo, si yo nunca te he hecho un favor».
En el 95% de los casos, todo aquel al que uno le hace un favor, termina siendo nuestro enemigo. Cuando eras pequeño, ya hoy eres más alto que yo, te regalé un libro 📕 del Principito y de algún modo, tú reflexión “traicion” me recuerda un poco a aquella que nos dejó Saint-Exupéry en El Principito: «sería una locura odiar a todas las rosas porque una te pincho».
La madre Teresa de Calcuta lo decía, “Dar hasta que duela y cuando duela es una señal!
Ya por último, me preguntó, papi, qué lo motiva a usted, mi respuesta fue contundente MIS HIJOS.