Santo Domingo.- La Misión de Observación Electoral de la Alianza Progresista en la República Dominicana felicitó al pueblo dominicano por la civilidad con que acudió a las elecciones municipales del pasado 18 de febrero, destacando que el proceso se desarrolló con normalidad y tranquilidad.
“Cabe destacar que esta Misión fue convocada para observar el desarrollo del operativo electoral durante la jornada de votación, durante la cual se visitaron más de 60 centros de votación”, enfatizaron.
“De igual manera, hemos acompañado en algunos centros de votación en la capital y algunas provincias, el escrutinio, donde los miembros de mesas, delegados y delegadas representantes de todas las organizaciones políticas, han realizado este proceso con total normalidad”, expusieron.
Y también, la misión de observación electoral de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) calificó de positivas las elecciones municipales celebradas en el país el domingo 18.
“La participación, si bien fue menor a la acostumbrada en votaciones
presidenciales, cae dentro del promedio dominicano para este tipo de procesos”, manifestaron.
“Con la excepción de El Salvador, ningún otro país latinoamericano tiene una cantidad que supere el 5% y al no existir el voto a distancia
por municipios, estas personas en caso de desear votar deben viajar al territorio nacional, lo cual es poco probable”, dijeron.
“Sin embargo, si nos enfocamos en la realidad de que unas 7,200,000 son quienes tienen la posibilidad real de votar, estaríamos hablando más o menos de un 52.44% de participación o lo que es igual,
47.56% de abstención”, destacaron.
Argumentaron que en comparación con el 32% de participación municipal en Costa
Rica dos semanas antes o el 52.60% presidencial en El Salvador, cabe decir, a todo evento, que siendo derecho legítimo de todo ciudadano abstenerse del voto en países en los que el voto no tiene carácter obligatorio o que siendo un deber se le deja libre para el ejercicio de su derecho, lo que es índice de un estado de opinión, también ocurre en naciones con sólida tradición democrática; sobre todo tratándose de elecciones locales distintas de las que configuran a los centros del poder político en repúblicas unitarias.